Desde el tiempo de los españoles, pasando por la república y llegando pasajes contemporáneos actitudes aislamientos y exclusiones han convivido en las calles peruanas. Es así que el surgimiento del indio marginado a subsistido bajo perjuicios de explotación, opresión, violencia, violación de los derechos humanos, desnutrición, epidemias y pobreza. Creándose un personaje reducido a la vida en la periferia, en un mundo de refugio a veces inhóspitas y llenas de miseria. Los indígenas son la parte sometida dentro del hinterland que dominan los sectores que controlan el respectivo centro rector conocido como Lima.
Sin embargo, este pueblo dejo su montaña para gritarle al Perú de sobre su existencia, proponiéndose liberar al indio de esa intermediación opresiva y explotadora. Para llegar a integrar parte de los beneficios de la sociedad nacional y donde aspiran a que en esa sociedad se encuentren los elementos que posibiliten la "redención" del indio, asumiendo que la sociedad dominante pueda "salvar" al indio, integrándolo a ella.
Esta valoración de las culturas indígenas traen consigo un mundo de misterio y riquezas desde una sociedad aislada, de entre las cuales vemos desde literatura hasta pinturas exponiendo la cara real del indio olvidado.
Encontraremos aquí a dos grandes ilustres del arte indigenistas, hombre y mujer forjadores del retrato de la vida andina.
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