El arte independiente adquiere dimensión pública con la actitud desafiante de los pintores franceses del siglo XIX que, no pudiendo acceder a las exposiciones anuales de la Academia (Salón de París)por divergencias estéticas con el academicismo oficial, montaron desde 1863 el Salon des Refusés(Salón de los Rechazados) como propuesta antiacadémica, donde poder exponer sin jurado. La Société des Artistes Indépendants organizaba un salón de los independientes desde 1884.
Aunque el arte independiente es imposible de determinar por características intrínsecas, una característica externa que suele considerarse como identificativa es el uso por los artistas de sus propios medios para difundir sus trabajos, por lo que, a pesar de la dificultad de determinar el alcance de sus manifestaciones, este prolifera y se extiende. Por otro lado, el fenómeno de las galerías de arte y sus precios de exposición llevaron como reacción a las formulas de bajo coste permitidas por internet y la utoedición, un cambio en la forma de transmitir el arte que aún está sin sistematizar.
A pesar de no existir una definición estricta o universalmente aceptada de concepto de arte, su valor económico no ha perdido relevancia, a pesar de la pretensión de cada uno de los movimientos autodefinidos como arte independiente de que su concepto de calidad no quede sujeto a mercado y se limite a un tipo de expresión libre, una tendencia de conocimiento a través de la praxis , 3 un mecanismo de autocreación y experimentación subjetivo, o una implicación social a través de llamadas a la universalización del conocimiento asimilable a los derechos humanos.
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